Foto: raytheon.com
Estados Unidos lanzó cerca de 60 misiles Tomahawk contra una base aérea de Siria, en el primer ataque estadounidense contra fuerzas militares de presidente sirio, Bashar al-Asad.
Hasta ahora EE.UU había luchado de manera indirecta contra el régimen sirio, apoyando a los rebeldes mediante entrega de armas.
El ataque se produce después de que el presidente Donald Trump anunciara que estaba reevaluando su postura sobre Siria tras el ataque con un arma química que dejó este martes más de 80 muertos, incluyendo decenas de niños.
Fuentes del gobierno dijeron este jueves que “no hay duda” de que el gobierno del presidente al-Asad estuvo detrás del ataque químico más mortífero en el convulsionado país desde 2013.
“Esta noche llamo a todas las naciones civilizadas a unirse para buscar un fin a esta matanza y derramamiento de sangre y también acabar con el terrorismo de todo tipo, dijo el presidente Trump.
Además agregó que Siria violó sus obligaciones en la convención que regula el uso de armas químicas y las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, añadiendo que la guerra en Siria desestabiliza la región del Medio Oriente, lo que representa una amenaza para Estados Unidos y sus aliados “los intentos por cambiar el comportamiento de al-Asad han fallado. Por eso la región se sigue desestabilizando, amenazado a EEUU y a sus aliados”.
Los misiles fueron disparados desde dos destructores de la Marina en el este del Mediterráneo contra la base de Shayrat, en el centro de Siria, desde donde según oficiales estadounidenses partieron los aviones militares sirios que lanzaron el ataque con armas químicas.
El ataque ocurrió mientras Trump estaba en su mansión de Mar-a-Lago después de una cena con el presidente Xi, donde debían discutir qué hacer con el programa nuclear de Corea del Norte y los desacuerdos comerciales entre Estados Unidos y China.
Noticia en desarrollo… CH H.
