NIÑOS

Ortodoncia infantil: las ventajas de empezar a tiempo

Los resultados de la ortodoncia son más efectivos durante la infancia cuando se interceptan tempranamente

La Sociedad americana de ortodoncia recomienda llevar a los niños al ortodoncista a los 7 años, ya que es el momento en que ha erupcionado (o va a erupcionar) el grupo de incisivos superiores e inferiores definitivos, y se puede empezar a evaluar el  crecimiento óseo del niño, que permitiría  diagnosticar si hay algún problema que podría ser  corregido de forma precoz .

De igual forma es aconsejable llevar al niño al odontopediatra a partir de los 3-4 años, ya que será éste quien pueda notar defectos en primeras instancias y así derivar oportunamente al ortodoncista si detecta algún problema de mal oclusión esquelética antes de que comiencen a erupcionar los definitivos. Una vez que se llegue a manos del ortodoncista se evalúan los pasos a seguir.

A continuación, se presentan las ventajas de comenzar un examen clínico a tiempo:

“Con la primera visita al ortodoncista se podría determinar, por ejemplo, si hay un tamaño distinto de los maxilares, entonces se solicitan más exámenes como una radiografía panorámica, para saber primero, si vienen todos los dientes y si la posición que traen es correcta, teleradiografía de perfil y estudios de crecimiento para ver cómo viene el desarrollo del niño y cómo continuará, con esa información se puede establecer cuál es su tratamiento indicado y si conviene hacerlo o se puede esperar”, advierte la Dra. María Elsa Pavic, Ortodoncista de Clínica Mora Pavic.

 Si tu hijo aún no tiene todos los dientes definitivos, pero ya se evidencian algunos problemas se pueden realizar tratamientos de primera fase o primera etapa.

“El objetivo de los tratamientos de primera fase es mejorar el pronóstico del tratamiento definitivo que se tendrá que realizar cuando el niño cambie todos sus dientes. Estos tratamientos de primera fase, que pueden ser fijos o removibles,  se utilizan solo de noche o algunas horas del día, siendo clave la cooperación del paciente. La idea es ensanchar espacios o realizar algunos movimientos que faciliten el proceso que vendrá después  que no empeoren la condición actual. No es lo mismo comenzar a actuar a los 8 años que esperar hasta los 12 cuando el problema puede ser aún peor, por otro lado, si el recambio dental y la oclusión son correctos iremos haciendo revisiones anuales para controlar la correcta erupción dental”, advierte la Dra. María Elsa Pavic, Ortodoncista de Clínica Mora Pavic Odontología.

 Una vez que tu hijo alcanza el desarrollo adecuado y ha cambiado todos sus dientes, se puede dar inicio a los tratamientos definitivos que duran entre un año y medio a dos años. En este caso, las opciones son los aparatos fijos conocidos como frenillos, y entre los cuales tenemos  metálicos, cerámicos que son menos notorios y los linguales que van por detrás de la pieza dental.

Es importante, por lo tanto, destacar que los resultados de la ortodoncia son más efectivos durante la infancia cuando se interceptan a tiempo, pues durante el desarrollo es más sencillo corregir los defectos óseos como compresiones y mal posiciones dentales. Esto tendrá como resultado que los niños, en la adultez, tengan una dentadura saludable y puedan lucir una sonrisa más bonita. CH H