NIÑOS

Crisis mundial empuja a millones de niños a empezar a trabajar

OIT y UNICEF advierten el problema durante el Día Mundial contra el trabajo infantil

El trabajo en niños ha disminuido en 94 millones desde el año 2000, algo que ahora podría verse amenazado, sostiene la Organización Mundial del Trabajo, OIT y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, este 12 de junio cuando se conmemora el Día Mundial contra el trabajo infantil.

Ambas organizaciones plantean que, debido a la pandemia del Covid-19 en el mundo, millones de niños corren el riesgo de tener que realizar trabajo infantil como consecuencia de la crisis.

Esto podría propiciar un aumento del trabajo infantil por primera vez tras veinte años de avances, según un informe de ambos organismos.

El informe “COVID-19 y trabajo infantil: En tiempos de crisis, es hora de actuar”, estima que en 2017 trabajaban en el mundo 152 millones de niños, de los cuales 72 millones realizan trabajos peligrosos. Estos niños ahora tienen un riesgo aún mayor de enfrentar circunstancias más difíciles y de trabajar más horas al día.

Ante este escenario, Guy Ryder, director general de la OIT, sostiene que “la protección social es fundamental en épocas de crisis, puesto que permite brindar asistencia a los más vulnerables”. Asimismo, agrega que hay que “tener en cuenta los problemas asociados al trabajo infantil en el marco de políticas de mayor alcance sobre educación, protección social, justicia, mercados de trabajo y derechos humanos y laborales a escala internacional supone una diferencia fundamental”.

“En tiempos de crisis, el trabajo infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para muchas familias”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. “A medida que la pobreza aumenta, las escuelas cierran y la disponibilidad de los servicios sociales disminuye, más niños se ven empujados a trabajar. Cuando imaginamos el mundo después del COVID, debemos asegurarnos de que los niños y sus familias disponen de las herramientas necesarias para afrontar tormentas similares en el futuro. Una educación de calidad, servicios de protección social y mejores oportunidades económicas pueden cambiar las cosas”.

El cierre temporal de escuelas afecta actualmente a más de 1.000 millones de alumnos en más de 130 países. Incluso, cuando se reanuden las clases, es posible que algunos padres ya no puedan permitirse enviar a sus hijos a la escuela.

Como resultado, más niños podrían verse forzados a realizar trabajos peligrosos y de servidumbre. La desigualdad de género puede agudizarse, puesto que las niñas son particularmente vulnerables a la explotación en el sector agrícola y en el trabajo informal o doméstico, según el informe.

En el informe, se propone un conjunto de medidas encaminadas a paliar el riesgo de que aumente el trabajo infantil, entre ellas, ampliar la protección social, facilitar la concesión de créditos a hogares en situación de pobreza, promover el trabajo decente para los adultos, facilitar el regreso de los niños a la escuela sin costos de escolaridad, y disponer de más recursos para realizar inspecciones laborales y hacer cumplir la ley. CHH