La noche de este viernes, un cacerolazo realizado en el Barrio Yungay, en el centro de Santiago, concluyó con la detención de cuatro personas por parte de Carabineros. El actuar policial, eso sí, fue condenado por la ministra de la Mujer, Antonia Orellana.
La protesta, ocurrida en las cercanías de la casa del Presidente Gabriel Boric, surgió como respuesta a una denuncia de violación grupal en contra de una escolar, hecho que habría ocurrido en el tradicional barrio capitalino.
Según informes preliminares, cuatro individuos habrían subido a la víctima a un vehículo para luego abusar sexualmente de ella. El caso ya está en manos de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Bipe) de la PDI y la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte.
Con el objetivo de exigir justicia para la menor de edad, la Coordinadora Feminista 8M organizó una convocatoria en el Barrio Yungay. “Hoy nuestra voz es más necesaria que nunca. Nos unimos en un grito colectivo contra la violencia machista que ha tocado a una de nuestras niñas. El reciente caso de violación grupal a una escolar nos duele y nos enfurece. Es inaceptable, y no podemos quedarnos calladas”, escribió la agrupación en su cuenta de Instagram.
En medio del cacerolazo, efectivos de Carabineros acudieron al lugar con el propósito de normalizar el tránsito. La situación, sin embargo, habría acabado en incidentes. Por esta razón, cuatro personas fueron detenidas: dos hombres y dos mujeres.
“La actuación fue desproporcionada”
Este sábado, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, se refirió al procedimiento de los carabineros, afirmando que “la actuación fue desproporcionada”.
“Quiero señalar que, como Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, hemos conversado con la institucionalidad del Ministerio del Interior, y que durante la noche de ayer se instruyó una investigación para revisar los procedimientos que se aplicaron durante la noche a la protesta pacífica con cacerolazos que realizaron vecinas preocupadas, obviamente, por el bienestar de las niñas en el transitar por el barrio”, señaló la secretaria de Estado de un punto de prensa.
En ese sentido, aseguró que los presuntos desmanes se originaron cuando “tres personas, dos de ellas con antecedentes penales, en medio de una manifestación que era muy pacífica y que tenía niñas también ahí, rebasaron el perímetro presidencial”.
Más allá del incidente, Orellana recalcó que “hay acuerdo en que la actuación (policial) fue desproporcionada”. CHH
