La amenaza a funcionarios de Gendarmería generó una nueva preocupación al interior del Centro de Detención Preventiva (CDP) Santiago Sur, luego de que el personal recibiera dos coronas de flores dirigidas al Mayor Muñoz y al Capitán Estrada, este último ya intimidado de la misma forma en septiembre.
Tras el hecho, la institución presentó una denuncia ante el Ministerio Público y activó protocolos de seguridad internos y externos, reforzando el registro y allanamiento de dos módulos para buscar indicios que permitan identificar a los responsables.
La amenaza a funcionarios de Gendarmería ocurre en un contexto marcado por el aumento de acciones coordinadas desde el interior de recintos penitenciarios.
El exdirector de Gendarmería Claudio Martínez señaló que se indagará si la advertencia provino de los mismos internos, mientras que la investigadora en crimen organizado Pilar Lizana advirtió que este tipo de actos expone momentos en que el Estado no demuestra total control dentro de las cárceles.
A su vez, el exdirector Christian Alveal afirmó que las amenazas al personal son frecuentes, aunque han evolucionado hacia nuevas formas de presión, por lo que pidió mayor rapidez investigativa al Ministerio Público.
Reacción de la oficialidad
La Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP) rechazó el amedrentamiento y aseguró que coincide con un procedimiento reciente de requisa en una galería habitada por internos vinculados al narcotráfico. Según información preliminar, la coordinación habría sido posible mediante el uso de disipadores telefónicos, lo que evidencia —según el gremio— graves fallas en el sistema de inhibición de celulares.
La ANOP criticó al ministro de Justicia, Jaime Gajardo, acusando falta de presencia y medidas eficaces para proteger al personal y sus familias. También cuestionaron el apoyo del presidente Gabriel Boric, señalando que, pese a los oficios enviados sobre hacinamiento y falta de personal, el presupuesto 2026 reduciría en un 55 % los recursos destinados al sistema penitenciario.
