Este miércoles la justicia brasileña ratificó la condena de cárcel en contra del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, acusado de corrupción y lavado de dinero.
Se determinó aumentar la condena de nueve a doce años y un mes de presidio, a lo que respondió que “la provocación es tan grande”, que ahora quiere “ser candidato a la Presidencia”.
Esto genera incertidumbre en los electores del país, pues los condenados en segunda instancia son inhabilitados electoralmente por el Tribunal Electoral en Brasil, lo que dejaría a Lula fuera de la carrera presidencial con un 34% de las preferencias en intención de voto según las últimas encuestas.
En adelante todo dependerá de la apelación del ex mandatario: “solo me van a sacar de la lucha cuando muera”, señaló Lula, insistiendo en que “cuando cierran la puerta a la democracia, llevan al pueblo a la radicalización. La respuesta va a ser en la calle, acabó el tiempo de la obediencia”.
Cabe destacar que el ex presidente fue el líder del movimiento social más activo de Brasil y fundador del Partido de los Trabajadores (PT), con el que llegó a la presidencia en las elecciones de 2002 y 2006. CHH