La desarticulación de la banda “Los Tiguan”, en la comuna de Providencia, reveló una sofisticada operación delictiva dedicada al robo de vehículos en la zona oriente de Santiago, con destino final en Venezuela.
Según Reportajes T13, este grupo utilizaba dispositivos electrónicos para clonar la señal de las llaves originales a través del puerto OBD 2, lo que les permitía abrir y encender autos sin daños visibles. Esto facilitaba su reventa en el mercado ilegal.
El decreto 3788, vigente desde abril de 2019 en Venezuela, autoriza el ingreso de vehículos de hasta cinco años de antigüedad, lo que ha sido aprovechado por bandas organizadas para introducir autos robados desde Chile mediante documentos falsificados e incluso programas como “Retorno a la Patria”.
El cambio de destino: de Bolivia a Venezuela
De acuerdo a Carabineros, en lo que va de 2025 se han registrado más de 16 mil denuncias por robo de vehículos en el país, con un promedio de 76 casos diarios. Los modelos más afectados son camionetas Toyota, Mitsubishi y SUVs como Ford Territory y Chevrolet Group.
Tradicionalmente, gran parte de los autos robados en Chile se revendían en Bolivia. Sin embargo, ahora una fracción importante es trasladada a Venezuela, donde los precios pueden cuadruplicar el valor original en Chile.
Las rutas empleadas incluyen pasos fronterizos no habilitados hacia Bolivia o Argentina, para luego seguir hacia Brasil y finalmente ingresar al estado venezolano de Bolívar. El exfiscal Luis Toledo señaló que facciones del Tren de Aragua podrían estar vinculadas a esta operación, que además involucra tráfico de armas y drogas.
Declaraciones oficiales
El ministro de Seguridad, Luis Cordero, confirmó este lunes 11 de agosto que el principal flujo de autos robados detectado por las policías sale por pasos no habilitados hacia Bolivia y Perú, aunque no descartó que existan envíos a Venezuela.
“Más o menos tenemos identificadas las rutas asociadas a las salidas de vehículos; conocemos relativamente bien las que van hacia Bolivia y las hemos trabajado también con autoridades bolivianas”, señaló el ministro.
Un negocio que amenaza con escalar
La caída de “Los Tiguan” dejó en evidencia que el robo de vehículos en Chile ya no es un delito local, sino un eslabón en una red criminal que cruza fronteras y océanos. Mientras las autoridades intentan cerrar las rutas, el decreto venezolano sigue abierto, permitiendo que cada auto robado sea una oportunidad más para que el crimen organizado internacional aumente su poder y su influencia en la región.