El ingreso real por habitante en Chile registró una disminución de 0,6 % durante el segundo trimestre del año, ubicando al país entre los que mostraron las mayores bajas dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), junto a Países Bajos.
El dato contrasta con el desempeño del primer trimestre, cuando Chile había liderado el crecimiento del indicador con un 3,1 %.
Inflación y menor impulso en la actividad
De acuerdo con el reporte del organismo, la caída responde principalmente a que la inflación redujo el avance de las remuneraciones y otros ingresos percibidos por los hogares.
Aunque el PIB por habitante en Chile creció 0,2 % en el período, la cifra representó una desaceleración frente al 0,7 % registrado previamente.
El ingreso real refleja el dinero disponible para las familias después de impuestos, junto con los ingresos laborales, inmobiliarios, financieros y prestaciones sociales.
Contraste con el trimestre anterior
Durante el primer trimestre del año, la combinación de inflación a la baja y un mayor ritmo económico permitió que Chile anotara el mayor aumento de ingreso real per cápita dentro de la OCDE. Sin embargo, esa tendencia se revirtió entre abril y junio.
En cambio, Polonia lideró el crecimiento en el segundo trimestre, con un avance de 3,1 %, impulsado por inflación más contenida, mayores prestaciones sociales y alzas en ingresos por propiedad.
Panorama general en la OCDE
A nivel global, el ingreso real per cápita de los hogares en los países de la OCDE subió 0,4 % en el trimestre, mientras que el PIB real per cápita aumentó 0,5 %.
Del total de naciones consideradas en la medición, 12 mostraron crecimiento y 7 experimentaron retrocesos, entre ellas Chile y Países Bajos.
En el caso neerlandés, la caída se asoció a una reducción en ingresos por cuenta propia y a un aumento de impuestos, lo que afectó la capacidad de gasto de los hogares.
Desempeño de las principales economías
Entre los países del G7, la mayoría mostró incrementos en el ingreso real. Destacaron Alemania y Reino Unido, donde el indicador repuntó tras registros negativos previos, debido a mayores prestaciones sociales y menores cargas tributarias.
En Estados Unidos, el crecimiento fue moderado, mientras que en Italia se observó una desaceleración asociada a una caída en las remuneraciones.




