Chile enfrenta una grave crisis de protección a la infancia tras el alarmante incremento de denuncias por abuso sexual infantil. Entre 2018 y 2024 los reportes crecieron un 186 %, con más de 114.000 causas ingresadas a nivel nacional.
Solo en 2023 se registraron 40.361 denuncias, cifras que reflejan una realidad que se profundiza y que, según especialistas, afecta de forma transversal a la sociedad.
Diversos estudios han identificado que el 26 % de la niñez chilena ha sufrido violencia sexual, lo que confirma que no se trata de hechos aislados ni situaciones excepcionales.
En este contexto, el Día Mundial de la Prevención del Abuso Sexual Infantil —conmemorado cada 19 de noviembre— se desarrolla con un fuerte llamado a instalar el tema como prioridad pública.
Juan Pablo Venegas, gerente de Incidencia y Asuntos Públicos de World Vision Chile, advierte que detrás de cada denuncia existe una falla en los mecanismos de protección. El ejecutivo señala que las secuelas físicas, emocionales y sociales acompañan a las víctimas durante toda su vida, por lo que urge una reacción articulada del Estado y de la sociedad.
Las organizaciones expertas identifican factores de riesgo como la desigualdad, los entornos familiares inestables y la desregulación del ecosistema digital, donde agresores pueden operar con mayor facilidad.
Frente a ello, se plantea acelerar la implementación de las Oficinas Locales de la Niñez, capacitar a docentes y actualizar protocolos de prevención y respuesta entre los sectores de salud, educación y justicia. También se considera clave revisar y fortalecer la Ley de Garantías de la Niñez (21.430) para asegurar una protección efectiva.
Venegas enfatiza que la prevención ante las denuncias por abuso sexual infantil debe abordarse como una responsabilidad compartida, y señala que la protección a la infancia no puede recaer exclusivamente en instituciones estatales.






