Este 1 de diciembre, en el Día Mundial de la Lucha contra el VIH/Sida, el nuevo informe de ONUSIDA revela avances globales, pero también retrocesos significativos en América Latina y desafíos persistentes para Chile, donde la prevención y el acceso equitativo al diagnóstico siguen siendo temas críticos.
Avances globales, retrocesos regionales
A nivel mundial, las nuevas transmisiones de VIH han disminuido 40 % desde 2010. Sin embargo, en América Latina aumentaron 9 %, mostrando un ritmo contrario a la tendencia global.
El informe recuerda que, a más de cuatro décadas de los primeros casos, la epidemia sigue activa:
- 40,8 millones de personas vivían con VIH en 2024.
- 1,3 millones adquirieron el virus ese año.
- 630.000 personas murieron por causas relacionadas al VIH.
ONUSIDA advierte, además, que mujeres y niñas representan más de la mitad de quienes viven con VIH y una parte relevante de las nuevas transmisiones, reflejando desigualdades persistentes.
Chile: prevención insuficiente y barreras de acceso
Pese al avance en cobertura de tratamiento, Chile arrastra desafíos en educación sexual, prevención y testeo.
“Lo más preocupante sigue siendo la falta de acceso equitativo a métodos de prevención modernos y el estigma que todavía inhibe a miles de personas de hacerse el test”, explicó el Dr. Carlos Becerra, director de AHF Chile a 24 Horas.
El especialista añadió que el país avanza, pero “no al ritmo que necesita”, y llamó a fortalecer la educación sexual integral, ampliar las pruebas rápidas y asegurar la llegada de nuevas tecnologías preventivas al sistema público.
Entre esas innovaciones destacan los inyectables de acción prolongada, como Lenacapavir, que puede prevenir la transmisión hasta por seis meses, aunque sus altos costos limitan su implementación en países de ingresos medios.
La alerta de ONUSIDA: crisis de financiamiento y retrocesos globales
La organización advierte una crisis de financiación en 2025 que ha generado disrupciones masivas en prevención y servicios comunitarios.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima una caída de entre 30 y 40 % en la asistencia sanitaria externa en comparación con 2023.
Entre los efectos señalados:
- Reducción del acceso a PrEP.
- Descenso en programas de circuncisión médica voluntaria.
- Cierre de más del 60 % de organizaciones lideradas por mujeres.
- Aumento de leyes punitivas contra poblaciones clave.
Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA advirtió: “La crisis de financiación ha expuesto la fragilidad de los progresos por los que tanto hemos luchado”.
El organismo advierte que no cumplir los objetivos del 2030 podría generar 3,3 millones de nuevas infecciones adicionales entre 2025 y 2030.
¿Hay señales de esperanza?
Pese a la crisis, algunos países han reaccionado para sostener sus programas de tratamiento, mientras nuevas alianzas internacionales buscan ampliar el acceso a medicamentos genéricos desde 40 dólares por persona al año.
La reciente reposición del Fondo Mundial logró 11,34 mil millones de dólares, ofreciendo un punto de estabilidad para la respuesta internacional.






