Marcos Barraza obtuvo 26.235 votos, equivalentes al 3,42 %, consolidando su llegada al Congreso como representante del Distrito 8 por el Partido Comunista y la coalición Unidad por Chile. Psicólogo, exministro de Desarrollo Social y expresidente de la FEUSACH, toma la política legislativa con una mirada social centrada en las necesidades del territorio.
¿Qué le parecieron los resultados electorales y cómo vivió la jornada del domingo?
El balance es muy positivo, especialmente para el Partido Comunista. Obtuvimos dos escaños parlamentarios y logramos un doblaje, lo que refleja con claridad el sentir ciudadano popular de fortalecer una representación territorial con enfoque social.
En nuestro distrito eso es muy notorio, porque hay ocho comunas que demandan respuestas urgentes en materia de calidad de vida. En la presidencial también fue muy significativo que Janette Jara haya encabezado la primera vuelta con la mayor adhesión ciudadana. Eso demuestra la capacidad y el potencial electoral del progresismo para la segunda vuelta.
Ese día lo viví de manera muy política, voté temprano, acompañé a concejales, luego al alcalde de Maipú, más tarde a la candidata presidencial, estuve en el comando nacional y posteriormente me desplegué territorialmente para seguir los resultados en distintas comunas.
El nuevo Distrito 8 reúne fuerzas políticas muy distintas. ¿Se podrá construir acuerdos?
Un parlamentario debe mantener convicción, pero también vocación de acuerdos. Esa es la ecuación que espera la ciudadanía: representar con consecuencia a quienes nos eligen, sin renunciar a principios, pero siempre buscando puntos de encuentro. Las mayorías y los acuerdos deben prevalecer por sobre las diferencias. Esa es la expectativa social y debemos estar a la altura.
¿Cuáles serán las urgencias que llevará al Congreso?
El Distrito 8 tiene desafíos transversales. Lo primero es la seguridad económica: ingresos dignos, empleos formales, con calidad y buenos salarios. También seguridad social y seguridad pública, porque todo forma parte de la calidad de vida. En salud, es fundamental fortalecer la red pública para que sea oportuna y de calidad. Y dentro de aquello, el hospital de la zona norte no puede seguir pendiente; debe ser una urgencia legislativa y de política pública. Además, tenemos que avanzar en mayor prestación de servicios básicos, mayor conectividad y un transporte público oportuno, eficiente y de bajo costo.
¿Qué postura tiene frente al penal de Tiltil y la ampliación marcada por el Gobierno?
Yo entiendo que la medida adoptada fue orientar Punta Peuco a personas mayores y población penal general. Nadie quiere una cárcel cerca, pero si el Estado toma decisiones en esa materia deben existir mitigadores importantes y compensaciones sociales que realmente mejoren la calidad de vida de las vecinas y vecinos del entorno.
¿Qué se puede esperar de los primeros 100 días de su gestión?
Mi trayectoria en el Estado avala la convicción de lo que digo. Tengo experiencia en conducción pública y sé que la agenda económica, social y de seguridad debe estar al centro. Impulsaré un diálogo ciudadano constante para levantar prioridades legislativas y diferenciarlas según las realidades de cada comuna. El Distrito 8 tiene exigencias transversales, pero también particularidades, y la representación debe ser sensible, empática y eficaz para que esas urgencias se transformen en políticas concretas.






