Como es costumbre, Donald Trump lanzó a través de Twitter una de sus más graves acusaciones a la fecha: asegura que su teléfono fue intervenido durante las elecciones de octubre del año pasado, sin tener fundamento o pruebas para comprobar los hechos.
Comparó los supuestos sucesos con lo ocurrido con Richard Nixon en el caso Watergate e incluso llamó a Obama un hombre “malvado o enfermo”.
El partido Demócrata, representante de Barack Obama y Hillary Clinton, no tardó en responder y aseguró que las acusaciones no tienen fundamentos y que durante ambos mandatos del ex presidente Obama no se espió ni intervino a ningún ciudadano estadounidense o del mundo.
Los tweets fueron realizados por Trump al mismo tiempo en que se develaran distintos hechos vinculantes a su participación con agentes de inteligencia rusa. En consecuencia, los colaboradores de Obama tildan los arrebatos realizados por el actual presidente como una burda forma de desviar la atención.
