Este viernes 23 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó su política proteccionista al advertir que impondrá un arancel del 25 % a los productos de Apple, específicamente los iPhones, si la empresa no traslada su fabricación al territorio estadounidense.
Actualmente, Apple produce la mayoría de sus iPhones en China e India, y había anunciado planes para trasladar parte de su producción a India para evitar aranceles más altos sobre productos chinos. Sin embargo, Trump insiste en que la producción debe realizarse en suelo estadounidense.
La reacción del mercado fue inmediata, pues las acciones de Apple cayeron un 4 % en las operaciones previas a la apertura del mercado. Analistas advierten que trasladar la producción de iPhones a Estados Unidos podría aumentar significativamente los costos, elevando el precio de un iPhone de $1200 dólares a entre $1500 y $3500, y requeriría entre 5 y 10 años para establecer la infraestructura necesaria.
Esta medida se enmarca en una serie de acciones proteccionistas por parte de Trump, quien también ha amenazado con imponer aranceles del 50 % a las importaciones provenientes de la Unión Europea desde el 1 de junio si no se logran avances en las negociaciones comerciales. Trump justificó la medida alegando un déficit comercial anual de más de $250.000 millones de dólares con la UE, cifra que calificó de «totalmente inaceptable». Además, acusó al bloque de imponer barreras comerciales, impuestos al valor agregado elevados y sanciones corporativas «ridículas» que perjudican a las empresas estadounidenses.
La presión sobre Apple y otras grandes corporaciones estadounidenses refleja la intención de la administración Trump de fortalecer la producción nacional y reducir la dependencia de las cadenas de suministro internacionales.
Puedes revisar las declaraciones que Donald Trump dio a través de su red Truth Social en la siguiente publicación: