El escenario de los incendios forestales sigue siendo complejo en distintas zonas del país, con siete focos activos en combate y más de 1.000 hectáreas afectadas, según el último balance entregado por la Corporación Nacional Forestal.
Las condiciones climáticas, marcadas por una intensa ola de calor, han obligado a reforzar los despliegues terrestres y aéreos, además de activar medidas preventivas en amplios sectores del territorio.
Uno de los siniestros de mayor magnitud es el incendio en San Carlos de Apoquindo, en la comuna de Las Condes, Región Metropolitana.
El fuego, que se inició el lunes 29 de diciembre, ha consumido cerca de 800 hectáreas y se mantiene activo, con frente de avance.
En el lugar trabajan brigadas de Conaf, Bomberos, personal municipal y apoyo del Ejército, junto a helicópteros, aeronaves y un avión tanquero, con el objetivo de evitar su propagación hacia sectores poblados.
El director de Conaf, Rodrigo Illesca, explicó que el incendio en San Carlos de Apoquindo “se encuentra activo y con frente de avance”, detallando que se mantienen sobrevuelos permanentes para precisar el perímetro y evaluar el comportamiento del fuego.
Desde el municipio, la alcaldesa de Las Condes, Catalina San Martín, informó que las zonas más bajas cercanas a viviendas se encuentran controladas, aunque el siniestro sigue en combate y los esfuerzos están concentrados en frenar su avance hacia el sur.
Otros focos activos en regiones
A nivel nacional, la situación más compleja fuera de la Región Metropolitana se registra en la comuna de Mulchén, en la Región del Biobío, donde el incendio “Licura” ha afectado alrededor de 140 hectáreas y se mantiene en combate con alerta roja.
En la Región de La Araucanía, se reportan focos activos en Nueva Imperial, con más de 50 hectáreas comprometidas, y en Purén y Los Sauces, con superficies menores, pero bajo monitoreo constante.
En la Región de O’Higgins, el incendio “Las Palmas 2”, en la comuna de Chépica, ha afectado cerca de ocho hectáreas, manteniéndose en alerta roja debido a su cercanía con sectores habitados.
En tanto, en la comuna de Tomé, Región del Biobío, otro foco se mantiene en combate, con una superficie cercana a las ocho hectáreas.
Frente a este escenario, las autoridades activaron de forma preventiva el denominado “Botón Rojo” en 134 comunas, una medida que considera variables como temperatura, viento, humedad y estado de la vegetación.
Desde el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, su directora Alicia Cebrián advirtió que “cualquier foco, por pequeño que sea, puede transformarse rápidamente en un incendio forestal”, reforzando el llamado a extremar las medidas de prevención.



