Cada 12 de mayo, en el mundo se celebra el Día Internacional de la Enfermera, una fecha dedicada a honrar el compromiso, la vocación y el esfuerzo de quienes desempeñan este papel fundamental en el cuidado de la salud.
Esta conmemoración tiene su origen en el natalicio de Florence Nightingale, nacida el 12 de mayo de 1810 en Florencia, Italia, considerada la madre de la enfermería moderna. Su legado ha inspirado a generaciones de profesionales que, con dedicación y sacrificio, trabajan incansablemente para garantizar el bienestar de los pacientes.
En la Región de las Américas, la enfermería representa el 63 % del personal de salud, con más de 7,4 millones de profesionales. Asimismo, en Chile, se estima que hay aproximadamente 88.000 enfermeras y enfermeros registrados, según datos de la Superintendencia de Salud. Sin embargo, se estima que solo alrededor de 20.000 de ellos trabajan en el sistema de salud público. Es por esto que la enfermería como profesión aún posee una serie de desafíos como la inequidad en la distribución del personal, brechas salariales, falta de oportunidades de desarrollo, sobrecarga laboral y déficit de personal.
El Día Internacional de la Enfermera presenta una gran oportunidad para también reflexionar sobre el impacto de esta profesión en la sociedad y reafirmar el compromiso con su desarrollo.