Luego de reunirse, el martes pasado con colectividades de la oposición, en el marco de las demandas surgidas tras el estallido social, el Diputado y presidente de RN, Mario Desbordes, sale al paso de las críticas realizadas por actores importantes de su propia coalisión.
Por una parte, el Diputado se reúne con los representantes del PPD, Partido Socialista, Partido Radical y Democracia Cristiana. Por otra, el expresidente de RN, Carlos Larraín catalogó dicha reunión como que esta “fue una movida calculada fríamente y por lo tanto sus consecuencias son más graves”.
Asimismo y en la misma línea, la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, catalogó esta reunión como “más bien una parafernalia para distraer la atención del tema de fondo, que yo creo que es la tensión interna de Renovación Nacional».
Al medio, el gobierno, que a través de su vocera, Karla Rubilar, se desmarcó de las críticas y manifestó que esta reunión fue «en el marco de la búsqueda de acuerdos, cuando no hay mayoría en el Congreso».
Pero el diputado fue enfático. En entrevista con La Segunda, se refirió a las críticas surgidas desde Chile Vamos, en duros términos: «Voy a seguir teniendo todas las reuniones que sea necesario para buscar un proceso de paz. Hay que aislar a los violentistas». Adicionalmente comentó que, «Es muy fácil rechazar el diálogo cuando no se baja del barrio alto o cuando se anda rodeado de escoltas. Es muy fácil exigir solo mano dura cuando se hace desde Twitter o una radio. Los valientes de escritorio se esconden detrás de las polleras de Carabineros. Los costos de la violencia los pagan cientos de personas que no tienen acceso a los medios, los costos de la violencia los pagan cabros que se suman a los anarcos de la Primera Línea, los costos de la violencia los pagan los Carabineros y sus familias, los costos de la violencia los paga la democracia».
Por su parte, desde el interior del partido de Renovación Nacional, en pleno, salieron a defender la reunión, dándole un fuerte espaldarazo a su timonel. CHH
