El virus H3N2 en Chile comenzó a concentrar la atención del Ministerio de Salud ante el aumento de contagios observado en el hemisferio norte y la reciente confirmación de casos en países vecinos.
El escenario encendió las alertas sanitarias y llevó a la ministra de Salud, Ximena Aguilera, a presentar ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados un plan preventivo para enfrentar una eventual alza anticipada de infecciones respiratorias.
Durante su exposición, la secretaria de Estado explicó que la principal preocupación está puesta en la presión que podría generar esta cepa sobre la red asistencial, especialmente en personas mayores y grupos de riesgo. Según detalló, la experiencia internacional muestra brotes más tempranos y de mayor magnitud, con impactos directos en hospitales y servicios de urgencia.
En ese contexto, el virus H3N2 en Chile es abordado con una estrategia que prioriza la prevención. Aguilera confirmó que la vacuna contra la influenza incluida en la próxima campaña protege específicamente contra esta variante y que el proceso de inmunización se adelantará.
La meta del Ejecutivo es iniciar la vacunación el 1 de marzo, e incluso a fines de febrero si las dosis están disponibles antes.
Preparación del sistema de salud
La autoridad sanitaria también informó que se están ajustando los planes habituales de la Campaña de Invierno, con el objetivo de reforzar la capacidad asistencial y reorganizar los servicios ante una eventual sobrecarga. Esto incluye medidas de alerta temprana para movilizar recursos de forma oportuna en todo el sistema público y privado.
Desde el ámbito académico, la directora del Observatorio de Salud del IPSUSS de la Universidad San Sebastián, María Teresa Valenzuela, coincidió en que el riesgo existe, pero destacó que un sistema preparado puede mitigar los efectos más graves. A su juicio, la clave está en alcanzar altas coberturas de vacunación, fortalecer la vigilancia epidemiológica y mantener informada a la población.
