El ministro de Vivienda, Carlos Montes, explicó los motivos que llevaron al Gobierno a expropiar 100 hectáreas del terreno donde se ubica la megatoma de San Antonio. Señaló que la prioridad es enfrentar la dimensión humanitaria del asentamiento. “Lo importante es que se está construyendo un camino para tratar de resolver la situación de familias, la situación humanitaria de muchos niños (…), y aquí los extranjeros son el 13% del total, porque hay muchos mitos”, afirmó.
El secretario de Estado detalló que el primer objetivo fue llegar a un acuerdo con los propietarios, pero las negociaciones fracasaron. “Ellos querían que fueran las 215 hectáreas o nada, que se les pagara todo en un acto y fue a un precio que estaba muy por encima de lo que nos recomendaban los estudios”, explicó.
Ante eso, se optó por el mecanismo que ya había sido advertido. “Si no se llegaba a un acuerdo una alternativa era la expropiación (…) nosotros vamos por el segundo camino”.
Respuesta a críticas
Montes rechazó que la expropiación implique un trato preferencial para las familias del campamento. “Esto de saltarse la fila es una caricatura, porque la verdad es que las personas que están dentro del campamento se van a demorar a urbanizar todo tres o cuatro años”, indicó.
Agregó que cada territorio requiere respuestas específicas, especialmente cuando existen riesgos humanitarios. “Decir que se saltan la fila por el hecho de buscar una solución apropiada a una realidad particular y ante el riesgo de que haya situaciones humanitarias inmanejables (…) Nosotros queremos evitar esas situaciones”, sostuvo.
El ministro reiteró que el Gobierno está dispuesto a evaluar alternativas en cualquier región. “Si a alguien se le ocurre otro camino distinto (…) estamos dispuestos a explorarlo aquí o en cualquier otra parte del país, porque hay 1.432 campamentos en Chile”, afirmó.
