En prisión preventiva quedó este jueves 24 de julio Wilson Verdugo Díaz, empresario ligado al rubro gastronómico e hípico, tras ser formalizado por su presunta participación como autor intelectual en el asesinato de José Felipe Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”. La medida fue decretada por el juez Iván Olavarría del 8° Juzgado de Garantía de Santiago, tras una audiencia de más de cuatro horas.
El Ministerio Público lo formalizó por los delitos de homicidio calificado, robo con intimidación y tenencia ilegal de municiones, con un plazo de 120 días para la investigación. En la audiencia, se argumentó que la libertad del imputado representaría un peligro para la seguridad de la sociedad.
Un crimen planificado: deuda de más de mil millones
Según la acusación de la Fiscalía Metropolitana Oriente, Verdugo habría contratado a sicarios para asesinar a quien fuera su íntimo amigo, Reyes Ossa, con el cual mantenía una millonaria deuda. La víctima, quien financiaba los negocios de Verdugo, le habría prestado más de $1.160 millones, según sostuvo la parte querellante.
La tarde del 19 de junio, el “Rey de Meiggs” fue asesinado en la comuna de Ñuñoa, luego de recibir un sobre con $9 millones que Verdugo dejó en conserjería. La Fiscalía señala que el imputado informó a los sicarios del momento exacto en que Reyes saldría a depositar el dinero, facilitando así su ejecución.
Ejecutores y conexiones
El crimen fue ejecutado por tres ciudadanos venezolanos: Alberto Mejía, Yonder Blanco Veliz y Neomar Arismendi Duarte, todos en situación irregular. Los tres fueron formalizados, aunque Mejía fue liberado y se encuentra prófugo, fuera del país. La Fiscalía sostiene que un cuarto extranjero, aún no identificado, fue quien contactó a los ejecutores a cambio de un pago de $30 millones ofrecido por Verdugo.
Durante un allanamiento en el domicilio del imputado se encontraron municiones, lo que sumó peso a las pruebas presentadas.
Testimonios clave y contradicciones
Dos testimonios fueron determinantes en la imputación contra Verdugo: el de la esposa de Reyes Ossa, quien siempre sospechó del empresario por la deuda millonaria, y el del propio Yonder Blanco, uno de los sicarios detenidos. Ambos señalaron a Verdugo como el último en tener contacto con la víctima antes del asesinato.
Por su parte, la defensa de Verdugo, encabezada por el abogado Luis Inostroza, negó la existencia de una deuda tan elevada, cifrándola en $100 millones. Afirmó además que su representado habría pagado $36 millones mensuales durante años y acusó que la cónyuge de la víctima recibió un contrato falso para simular una relación laboral inexistente.
Origen del dinero: un nuevo foco
Durante la audiencia también se reveló que la esposa de Reyes Ossa declaró ante el OS9 de Carabineros que su esposo se desempeñaba como prestamista informal, lo que llevó a la defensa a cuestionar el origen de los millonarios montos involucrados en el conflicto. “La Fiscalía no aclaró de dónde provenían los recursos que manejaba la víctima”, señaló Inostroza.
Pese a estos argumentos, el juez Olavarría consideró que existen antecedentes calificados suficientes para presumir la participación de Verdugo en el crimen, decretando la medida cautelar más gravosa mientras dure la investigación.