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Rafael Araneda y su familia sufren violento asalto en domicilio de Vitacura

Rafael Araneda tras sufrir portonazo: «Nos robaron la tranquilidad, nos robaron la paz».

La noche de este domingo, Rafael Araneda sufrió un violento portonazo en su domicilio de Vitacura por un grupo de al menos diez hombres armados.

El animador relató que momentos antes de llegar a su casa, fue abordado por un grupo de sujetos-algunos de ellos portando armas de fuego-, que ingresaron a su hogar por la fuerza en dos vehículos, tratando de derribar el portón.

“Yo no hablaría de portonazo, por que no fue solamente el auto, si no que ellos intentaron acceder al domicilio. Patearon la puerta y no la pudieron botar”, según consignó Araneda a Radio Bíobío.

Además agregó que “eran entre ocho y diez delincuentes, todos armados. Yo venía del cine con mi familia y cuando ya me voy a bajar del auto veo por el espejo retrovisor a dos o tres autos atrás mío, adentro de mi casa. Como estaba con los niños me bajé rápidamente con las manos arriba”.

Una vez dentro, los delincuentes intimidaron a su esposa e hijos con pistolas y robaron un auto Station Wagon Jaguar, tarjetas bancarias de Araneda y algunos celulares. Posteriormente a esto, los sujetos se dieron a la fuga.

“Ahí me preocupé, a una se la llevaron a un lado, me fui para allá. Otro tomó a Vicente. Con Marcela -Vacarezza, su esposa- pasó lo mismo. Cada uno tomó a uno de los integrantes de la familia… Muy violento y muy en la dinámica en que está este país, lamentablemente (…) Todavía con nerviosismo, no por el robo, sino que por el susto (…) Nos encañonaron“.

“El más chico me dice: ‘Papá, no quiero salir a la calle’. Yo le digo: ‘Mira, estamos bien, no nos pasó nada, compadre’. Yo lo trato de animar, pero los niños quedaron muy asustados”, agregó Araneda.

Sin embargo, el animador del Festival de Viña relató que no es primera vez que le sucede: “Ya me había pasado antes, no lo hice público porque mi mujer me lo había solicitado, fue justamente días antes del Festival de Viña del Mar. Ahí tuve mejor suerte, alcancé a reaccionar. Acá es muy distinto, estaban los niños y los encañonaron, ahí uno no puede hacer nada”.

“Fue una situación muy nerviosa, sobre todo cuando toman a tus hijos, a tu mujer y los encañonan. Eso es muy violento”, dijo.