Según el Termómetro de la Salud Mental ACHS–UC, la salud mental en Chile sigue mostrando un panorama complejo. El estudio, desarrollado por la Asociación Chilena de Seguridad y la Pontificia Universidad Católica, evidencia contrastes regionales en temas como ansiedad, soledad y satisfacción laboral, junto con brechas de género y hábitos que influyen directamente en el bienestar psicológico de la población.
Las regiones de Valparaíso, O’Higgins y Maule concentran la prevalencia más alta de síntomas ansiosos en Chile. El estudio indica que el 29 % de quienes presentan problemas moderados o severos de sueño exhiben sintomatología ansiosa, superando el promedio nacional.
El aumento afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque el crecimiento más notorio se observa en ellos, quienes alcanzan un 24,1 %, casi el doble del promedio masculino nacional (13,4 %).
Ansiedad y salud mental: una preocupación constante
En comparación con el resto del país, la zona centro supera a las zonas norte (27,4 %) y sur (27,3 %) en prevalencia de ansiedad, además del promedio nacional (25,8 %).
La presencia general de problemas de salud mental se mantiene estable, con un 14,5 % de personas que manifiestan sospechas o diagnósticos, cifra superior al promedio nacional (12,7 %).
Por su parte, los síntomas depresivos llegan al 14 %, levemente por encima del promedio nacional (13 %).
Menor soledad y alza en la satisfacción laboral
A diferencia de otras zonas del país, el centro muestra una disminución en la sensación de soledad. Solo un 15,7 % de los encuestados afirma sentirse frecuentemente aislado o sin compañía, el nivel más bajo desde que se mide este indicador.
La zona centro también lidera en satisfacción laboral: un 85,4 % de las personas declara sentirse satisfecho muchas veces o siempre con su trabajo, superando el promedio nacional (77,9 %) y siendo la única zona con una mejora estadísticamente significativa.
Brechas de género y hábitos que inciden en la salud mental
El estudio también evidencia diferencias de género y estilo de vida que influyen en el bienestar psicológico.
Las mujeres reportan mayores tasas de ansiedad (35,5 %) y depresión (19,5 %), mientras que los hombres presentan niveles significativamente menores (13,4 % y 6 %, respectivamente).
En cuanto a los hábitos de vida, el sedentarismo alcanza un 27 %, con una brecha de 11 puntos entre mujeres (33 %) y hombres (22 %).
Otro punto relevante es el consumo en exceso de alcohol, que se mantiene en torno al 10 %, con mayor incidencia en hombres (11,9 %) que en mujeres (8,4 %).
El insomnio también muestra una diferencia marcada: afecta al 13 % de las mujeres frente al 3 % de los hombres.
La psiquiatra Antonia Errázuriz, académica del Departamento de Psiquiatría de la UC, advirtió sobre la relación entre sueño y salud mental: “La prevalencia de insomnio en la zona centro se mantiene estable, pero el aumento de la ansiedad sugiere un deterioro adicional de la salud mental entre quienes padecen insomnio”, explicó.




