Este viernes, el Servicio Electoral (Servel) confirmó que declaró admisible una denuncia presentada en contra del Partido Nacional Libertario (PNL), liderado por el diputado Johannes Kaiser. La acción, impulsada por parlamentarios del Partido Comunista y del Frente Amplio, busca sancionar a la colectividad por declaraciones que atentarían contra la democracia y justificarían un quiebre institucional.
Servel declara admisible denuncia por incitación antidemocrática
La denuncia se basa en las declaraciones emitidas por Kaiser durante una entrevista, donde afirmó que “sin duda apoyaría un nuevo golpe de Estado de ser necesario”. Según los diputados Luis Cuello y Félix González, estos dichos infringen la Ley N°18.603 sobre partidos políticos, que obliga a las colectividades a promover la democracia y respetar los derechos humanos.
Tras analizar los antecedentes, el Servel calificó la acusación como “seria, plausible y de mérito suficiente”, resolviendo iniciar un procedimiento administrativo sancionatorio contra el partido y su presidente.
Procedimiento podría terminar con la disolución del partido
El diputado Luis Cuello valoró la resolución y advirtió que “esta formación de extrema derecha y su candidato son un peligro para la democracia”, esperando que se apliquen las máximas sanciones.
Paralelamente, el diputado Félix González presentó otra denuncia solicitando la cancelación de la inscripción del partido. Afirmó que “es una obligación de todos los partidos defender la democracia y los derechos humanos” y que el PNL “no cumple con los estándares democráticos”.
La Ley Orgánica Constitucional de Partidos Políticos establece en su artículo 1° que las colectividades deben contribuir al fortalecimiento del sistema democrático. En caso de infringir esta norma, los artículos 56 y 61 facultan al Servel para disolver el partido infractor.
Duras declaraciones que encendieron las alarmas
La polémica se originó el pasado 3 de julio, tras las declaraciones de Johannes Kaiser, quien aseguró que, de repetirse un escenario como el de 1973, “sin duda” respaldaría un nuevo golpe de Estado, con todas sus consecuencias.
Las palabras del diputado fueron calificadas como una apología del quiebre institucional y rápidamente generaron rechazo transversal. La controversia creció aún más cuando Cristián Labbé, parlamentario del Partido Republicano, sostuvo en radio Agricultura: “Chile ya sacó al comunismo una vez, si es necesario hay que hacerlo de nuevo”.
Estas declaraciones generaron una fuerte condena política y dieron pie a un proceso inédito desde el retorno a la democracia, que podría terminar con la salida del PNL del sistema político chileno por promover discursos que vulneran el orden constitucional y justifican graves violaciones a los derechos humanos.