El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó este martes un discurso cargado de críticas en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde cuestionó duramente el rol del organismo internacional y lanzó advertencias en temas de migración, energía y Medio Oriente.
El mandatario inició su intervención ironizando sobre fallas técnicas ocurridas en el edificio, como el mal funcionamiento del teleprompter y una escalera mecánica, que aprovechó para señalar como ejemplos de lo que considera la “ineficiencia” de la ONU.
Cuestionamientos al rol de la ONU
Trump aseguró haber puesto fin a siete conflictos internacionales sin apoyo de Naciones Unidas, lo que, según dijo, pone en duda la utilidad del organismo. “Es una lástima que tuve que hacer estas cosas en lugar de que las hiciera Naciones Unidas. Y tristemente, en todos los casos, Naciones Unidas ni siquiera intentó ayudar en ninguno de ellos”, expresó el mandatario.
El republicano también arremetió contra los países que recientemente reconocieron al Estado de Palestina, entre ellos Francia, Canadá y Reino Unido, calificando esta medida como una “recompensa para Hamás”. “No podemos olvidar el 7 de octubre (…) la recompensa sería demasiado grande para los terroristas de Hamás por sus atrocidades”, afirmó Trump.
Migración y energía en el centro del debate
Otro de los focos del discurso fue la migración irregular, tema en el que acusó directamente a Naciones Unidas de facilitar la entrada ilegal de personas a territorio estadounidense. “Es hora de poner fin a este fallido experimento de fronteras abiertas. Sus países se están yendo al infierno”, dijo.
En materia energética, Trump exigió a los países europeos dejar de importar petróleo y gas desde Rusia, asegurando que esa práctica resulta “vergonzosa”. Además, advirtió que, si Moscú no acepta negociar un acuerdo de paz en Ucrania, Estados Unidos impondrá una nueva ronda de “muy fuertes” aranceles, pero subrayó que estas medidas solo serán efectivas si los países europeos aplican la misma estrategia.
El discurso de Trump, que se extendió por más de una hora, no dejó indiferente a la comunidad internacional. Entre críticas y aplausos, el líder estadounidense volvió a marcar distancia con la ONU y a reforzar su postura nacionalista frente a los desafíos globales. CHH