El Senado uruguayo dio luz verde este miércoles al proyecto de ley “Muerte Digna”, autorizando la eutanasia bajo condiciones específicas y convirtiendo a Uruguay en el primer país de América Latina en regular esta práctica por vía legislativa.
La votación fue aprobada con 20 votos a favor de un total de 31. Esta iniciativa había sido aprobada en la Cámara de Representantes en agosto, con 64 votos a favor y 29 en contra, y llegó al Senado bajo expectativas de amplia mayoría oficialista.
Según el texto legal, podrán solicitar la eutanasia personas mayores de edad, con plena capacidad mental y que padezcan enfermedades incurables o irreversibles que les causen sufrimientos intolerables.
El procedimiento incluye instancias médicas, consentimiento informado y pasos de verificación; en caso de desacuerdo entre profesionales médicos, se contempla la intervención de una junta de revisión.
La ley no exige que la enfermedad sea terminal, y excluye, por ahora, la eutanasia en menores o la modalidad de suicidio asistido.
Durante el debate legislativo, organizaciones vinculadas a la Iglesia Católica expresaron su rechazo al proyecto, advirtiendo riesgos éticos y enfatizando la necesidad de fortalecer los cuidados paliativos. Sin embargo, esto fue insuficiente para detener el avance del texto, que ya contaba con respaldo en el oficialismo y en sectores del Partido Colorado y Nacional.
Con esta aprobación, Uruguay se suma al reducido grupo de países que hoy reconocen legalmente el derecho a morir con dignidad. Ahora corresponde que el Poder Ejecutivo promulgue la ley y fije su reglamentación para que entre en vigencia.