Un nuevo episodio de violencia se vivió este martes 27 de mayo en el transporte público de Colina, específicamente en el sector del paradero ubicado en la autopista Los Libertadores con Vespucio Norte, en dirección hacia Colina.
Cerca del mediodía, un sujeto que se encontraba en los escalones al interior de un bus de otra empresa comenzó a agredir a una máquina de la línea OK Buses, sin importar la presencia de pasajeros en ambas máquinas.
El hombre, al que apuntan como un “sapo”, primero pateó el costado del bus afectado y luego le lanzó una botella rompiendo el espejo retrovisor de la máquina, según señalaron desde la empresa. Pese a los gritos de los pasajeros que presenciaban la escena, el agresor no se detuvo y continuó su ataque.
Hechos anteriores
Este hecho se suma a una serie de incidentes similares que han ocurrido durante los últimos meses y que han encendido las alarmas entre conductores y usuarios del transporte público en la comuna.
A mediados de mayo, en el cruce de avenida Chicureo con la caletera poniente de la autopista Los Libertadores, otro individuo, también reconocido como “sapo” en el sector, se acercó a una máquina de OK Buses con un palo en la mano y rompió violentamente los vidrios laterales, que estallaron hacia el interior del vehículo, mientras pasajeros desesperados advertían lo que ocurría.
En abril, en la carretera General San Martín a la altura de Estancia Liray, un bus de la empresa Damir adelantó en una zona no permitida y colisionó a una máquina de OK Buses, provocando daños en el costado izquierdo, el frontis, vidrios y estructura del vehículo.
Y en marzo, en la intersección de Lo Seco con San Martín, un conductor de bus terminó con lesiones luego de que un chofer de otra línea le cerrara el paso, bajara de su máquina y lo agrediera directamente con un golpe en el rostro.
Desde la empresa OK Buses han señalado en reiteradas ocasiones que este tipo de hechos no son aislados, sino que se repiten constantemente. Conductores aseguran que sufren amenazas, daños materiales y agresiones físicas por parte de choferes de otras líneas de buses.
Pese a que han realizado denuncias ante diversas instituciones, la violencia en el transporte público de Colina sigue sin respuesta efectiva.
