DEPORTES

Augusto “Troll” Salamé, el joven de Colina que llevará a Chile al Mundial de Karting

Augusto Salamé

Foto: cedida a Chicureo Hoy

El joven piloto bicampeón nacional de karting relata cómo ha sido su ascenso, el sacrificio de su familia y su preparación para representar a Chile en el Mundial a disputarse en Bahréin.

A sus 12 años, Augusto Salamé ya sabe lo que es acelerar a más de 120 kilómetros por hora. Con casco, guantes y una sonrisa que delata su pasión, el joven piloto chileno —conocido en las pistas como “Troll”— se prepara para su segundo Mundial de Karting, que se disputará en Bahréin, representando nuevamente a Chile.

En conversación con Chicureo Hoy revela a un niño decidido, disciplinado y consciente de lo que implica su sueño. Su historia comenzó mucho antes de los podios: a los cuatro años, un simulador regalado por su padrino —hermano de la madre de Augusto— encendió la chispa que lo llevó hasta donde está hoy.

“Empecé con el simulador, me gustaba harto. Cuando tenía cuatro años, ahí me subí al simulador y así estamos ahora”, recuerda Augusto.

Foto: Augusto Salamé / Cedida a Chicureohoy

Augusto Salamé

Una familia que cambió los lujos por los circuitos

En la casa de los Salamé, los fines de semana ya no son sinónimo de descanso, sino de motores encendidos y neumáticos listos para competir. Sus padres lo dicen sin rodeos: el automovilismo les cambió la vida.

“Se acabaron los paseos, las vacaciones, los pequeños lujos… todo se inyecta en una carrera que es muy demandante, no solo en tiempo sino también en recursos”, relatan.

El sacrificio, aseguran, vale la pena. Ver a su hijo competir por Chile en un campeonato mundial es una mezcla de orgullo, nervios y emoción.

“Es un pequeño gigante que con sus 12 años tiene sus metas clarísimas. Tiene la perseverancia, la disciplina y el trabajo en equipo más que metido en su cabeza”, dice su madre con evidente emoción.

Foto: Wemakefilms / Cedida a Chicureo Hoy.

Foto: Wemakefilms / Cedida a Chicureo Hoy.

Orgullo chileno en las pistas internacionales

Este 29 de noviembre, Augusto se alineará nuevamente entre los 72 mejores pilotos del mundo. Esta vez busca superar su actuación anterior y quedar dentro de los 36 finalistas. “Muy feliz, porque se logró con mucho esfuerzo. Es el segundo año que voy al Mundial”, comenta.

El desafío es extremo: Bahréin alcanza temperaturas de hasta 38 °C, y las carreras se realizan de noche para resistir el calor. Por eso, el joven se entrena físicamente para fortalecer cuello y brazos, preparándose para soportar fuerzas de hasta 2G, similares a las que enfrentan los pilotos de Fórmula 1.

“Todo se puede soñar, aunque se necesita mucha plata. Pero sí, sí se puede soñar”, reflexiona, mencionando a Lewis Hamilton y Max Verstappen como sus referentes.

“Troll”, el piloto con fe y carácter

Antes de cada competencia, Augusto realiza un ritual: “Le rezo a Jesús, a mi papá y a mi mamá para que todo salga bien”.

En su casco, un troll sonriente lo acompaña en cada curva. Y bajo ese diseño, una frase lo define: “Nunca me rindo”.

“Cuando algo no me sale bien, me calmo, me digo que ya pasó. para la próxima carrera no vamos a cometer el mismo error”, cuenta con serenidad.

Esa madurez, poco común a su edad, llamó la atención de la empresa Shell, que decidió patrocinar su carrera, apostando por su futuro y acompañándolo en su desarrollo deportivo.

Camino al futuro

Su padre, fan del automovilismo desde siempre, no esconde el orgullo: “Tenemos un hijo bicampeón nacional, uno de los mejores de Sudamérica, que va a representar a Chile en el Mundial. Yo ya me siento pagado”.

La familia sabe que los próximos años serán decisivos. A los 14 o 15 años deberán decidir si Augusto da el salto a la Fórmula 4, un paso que podría implicar mudarse al extranjero. “Nos quedan dos o tres años para tomar esa decisión. Nosotros le vamos a apoyar todo lo que podamos”, afirman.

Foto: Wemakefilms / Cedida a Chicureo Hoy.

Foto: Wemakefilms / Cedida a Chicureo Hoy.

“Apoyen los sueños de sus hijos”

Entre sacrificios, kilómetros y sueños, los padres de Augusto envían un mensaje a otras familias: “Todo niño tiene una meta y un sueño. Puede ser difícil, pero alcanzable. Si ves que tiene el talento, que la puede lograr, que la puede cumplir, échale para adelante y juégatela”.

Desde Chamisero, Augusto Salamé acelera sin miedo al futuro, llevando en su casco la fe de un niño, el esfuerzo de su familia y la esperanza de un país que lo verá rugir en las pistas de Bahréin.

Foto: Wemakefilms / Cedida a Chicureo Hoy.

Foto: Wemakefilms / Cedida a Chicureo Hoy.

CHH