La final de la Copa Confederaciones era el escenario donde el dos veces campeón del conteniente americano quería gritar por tercera vez consecutiva el primer lugar ante la mirada de todo el mundo.
No hay un responsable específico, sin embargo los dardos apuntan a Marcelo Díaz, quien cometió un error cuando el trámite del partido daba como favorita a la Selección Chilena. Pero la falta de finiquito fue finalmente lo que le costó caro a los seleccionados de Juan Antonio Pizzi.
A los 20 minutos del partido, el gol de Stindl, fue decisivo. El error del volante nacional dejó a los alemanes con la tarea fácil. Pase atrás y el 1 a 0 se instalaba en el marcador.
La lucha de los chilenos fue hasta el minuto 95, con Claudio Bravo pateando un tiro libre, con los 11 chilenos en el área alemana. Los intentos fueron infructuosos, el esfuerzo no tuvo recompensa y Chile es segundo de la Copa Confederaciones. Los más optimistas dicen que quien gana esta copa nunca gana la Copa del Mundo, los pesimistas creen que comienza a extinguirse la llama de la era de oro de la Selección Chilena.
