HOGAR

A protegerse de los resfríos

Vestir adecuadamente, no exponerse a calefacciones innecesarias y recibir la vacuna son sólo algunas de las medidas que pueden tomarse para evitarlos.

Hace unas semanas las altas temperaturas nos dejaron y el otoño llegó para quedarse, con mañanas más heladas, máximas que apenas duran una hora y noches mucho más frescas que hace un mes. El resultado es que muchas personas ya presentan síntomas de resfrío. En este contexto, el doctor Eduardo Salas, de la Universidad San Sebastián, explica los cuidados que se deben tener.

El académico señala que una de las principales causas de los focos infecciosos son los cambios de temperatura, no sólo por los efectos climáticos sino también por los hábitos de cada persona: “Cuando uno sale muy sobreabrigado en las mañanas, luego llega a un lugar que está calefaccionado, y no se saca la ropa de abrigo. Eso origina un cambio de temperatura muy grande”.  Por eso el especialista recomienda vestir de manera que sea posible sacarse la ropa de abrigo y así evitar el sudor que predispone al contagio. También destaca tener precaución con la calefacción en casa, “tratar de evitar los braseros, las estufas de parafina y otro tipo de elementos que pudiesen contaminar el ambiente y hacer el trabajo aún más fácil para estos virus”.

¿Pero qué pasa con los niños? Son quienes más sufren de las consecuencias del invierno. El doctor aclara que los menores se enferman “porque es parte de su proceso de crecimiento”, por lo que recomienda no encerrarlos en una burbuja y agrega que “hay que evitar otras vías de contagio, como las partículas microscópicas de saliva que quedan en las manos. Como los niños toman todo e interactúan con otros, entonces esa misma mano va a tocar a otro niño, o un juguete, que también tomará otro niño y así se va completando el ciclo de la infección, por lo tanto, el punto fundamental, es enseñar a los niños la costumbre del lavado de manos”.

Finalmente el doctor Eduardo Salas, valora la medida del gobierno en repartir la vacuna contra el virus de la influenza, ya que la inoculación va dirigida a la población más susceptible: niños y adultos mayores. Sin embargo, aclara que esto no significa una prevención del resfrío sino que “su objetivo es que si a uno le llega a dar la infección, ésta sea una versión leve de la enfermedad y no un cuadro que termine hospitalizando o conectando a algún respirador al paciente”. CH H

 

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