HOGAR

Biosíntesis: ideal para aliviar el estrés

Esta terapia conecta a la persona con tres dimensiones: lo somático, lo psicológico y lo espiritual.

Ya estamos a mitad de año y el cansancio se hace sentir. Dolores corporales y otras tensiones ocasionadas por el estrés se presentan cada vez con mayor frecuencia.

La biosíntesis, una terapia corporal integral que ofrece incluir en el tratamiento el cuerpo y la mente del paciente, puede ser una posible solución a este problema.

“La biosíntesis es una terapia corporal integral que surge a partir de los trabajos pioneros de Wilhelm Reich, sobre la unión mente y cuerpo. En la terapia se trabajan las tres dimensiones básicas del ser humano, es decir, lo somático, lo psicológico y lo espiritual. Aquí, el psicólogo busca y desarrolla el potencial latente de la persona a tratar para conectarla con sus fuentes de recursos mediante una serie de técnicas e intervenciones corporales y energéticas”, explica Alejandro Olea, docente del Magíster en Psicología Clínica Humanista Transpersonal de la Universidad del Pacífico.

La terapia biosíntesis fue creada por el británico David Boadella en los años ‘70. Si bien actualmente está disponible en más de cuarenta países, en Chile aún no se conoce mucho. Este tipo de terapia ayuda a las personas a conectarse con sus diferentes dimensiones para lograr el bienestar.

“Esta metodología terapéutica es muy útil para integrar o re-integrar a las personas, alinear los pensamientos con la acción, la emoción con el pensamiento, o la acción con la emoción, ya que muchas veces se producen incongruencias entre las distintas dimensiones del ser. El objetivo central es ayudar al paciente a recuperar el contacto profundo con sus fuentes de salud y bienestar espiritual, que se halla en la mayoría de nosotros inaccesible por razones biográficas, que a su vez están ancladas en nuestros cuerpos y muchas veces no sabemos cómo trabajar eso”, asegura Olea.

¿Qué problemas se pueden tratar con la biosíntesis? “Sirve a toda persona que esté interesada en trabajar sobre sí misma y, en especial, a aquellas que tengan interés en trabajar incorporando su cuerpo. Generalmente son pacientes que ya probaron con hablar de sus problemas y no les resultó, y por eso buscan tener una experiencia sanadora que les ayude a estar mejor consigo mismos y/o con el mundo. Esta terapia corporal integral es recomendada para personas con mucho estrés, tensiones corporales o con trastornos de origen psicosomáticos”, señala el experto.

Las técnicas son variadas y se utilizan para unir el cuerpo y la mente, sanando así los dolores que se producen de la escisión de esas dos dimensiones. “La práctica de la biosíntesis requiere de un terapeuta receptivo del otro y, a la vez, activo para poder intervenir y ayudar al proceso psicoterapéutico. Se trabaja con un sinfín de técnicas corporales, algunas derivadas del trabajo de Wilhelm Reich y otras desarrolladas por Boadella a lo largo de los años. También existe una forma de trabajo más energética-emotiva que es de gran ayuda para destrabar y profundizar el trabajo. La relación humana y respetuosa entre el terapeuta y su paciente es fundamental en esta terapia, ya que la calidad del vínculo es central para el éxito del proceso, para que el vínculo sane”, concluye Alejandro Olea. CH H

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