HOGAR

El fin de las bolsas plásticas: ¿cómo botar la basura ahora?

Ideas y alternativas a las bolsas del supermercado para botar basura

Sin duda la eliminación de las bolsas plásticas del supermercado ha sido una enorme contribución al medio ambiente. El Presidente Sebastián Piñera incluso asegura que ya ha permitido ahorrar “más de mil millones” de bolsas plásticas, las cuales contaminan por 400 años nuestro planeta. Ahora que la ley exige que no se entregue ninguna bolsa en caja al ir de compras –solía entregarse una o dos, en caso de ser necesario, antes del 3 de febrero– existen algunas problemáticas que siguen sin resolverse a causa de la falta de estos objetos.

Uno de los temas más complejos es cómo y dónde botar la basura. Si bien es cierto que aún pueden comprarse bolsas de supermercado y las típicas grandes bolsas negras de basura, la idea es que con esta nueva implementación se pueda disminuir el uso de plásticos, no comenzar a pagar por ellos y seguir contaminando. Las bolsas de plástico son completamente innecesarias para el planeta. Son usualmente utilizadas una vez y, si son reutilizadas, solo lo son para botarlas a la basura.

Aquellas que son biodegradables suelen ser tomadas como opción, pero últimamente han sido fuertemente cuestionadas por diferentes motivos que Vivir sin Plástico explica con detalle, pero dependiendo de su naturaleza podrían llegar a ser una opción viable.

A continuación detallamos las ideas para botar la basura sin utilizar bolsas de plástico de supermercado:

 1. Deja de producir tanta basura

En realidad, el mejor consejo para suplir la gran necesidad de bolsas de plástico para botar basura es no producirla. Suena imposible, pero actualmente existe un amplio movimiento mundial de gente que está dejando de producir basura, o al menos intenta producir lo mínimo. Una de las formas más eficaces es dejando de comprar comida en plástico y comenzar a comprar la mayor cantidad de alimento a granel o en envases reutilizables, como recipientes de vidrio o frascos.

Otro buen ejemplo es comprar carnes sin huesos, optar por la comida envuelta en papeles reciclables o, en lo posible, llevar tus propios recipientes y pedir que rellenen eso en vez de darte una bolsa o una taza de cartón, en el caso de un café. Intenta que el paquete de un producto sea un factor en tus futuras decisiones de compra.

2. Separa tu basura en distintos contenedores

Si separas la basura en distintos contenedores no solo podrás reciclar lo que es reciclable, también podrás ahorrar poner bolsas de basura en algunos de estos tarros. Por ejemplo, si hay un contenedor solo para plásticos o para botellas, no hay por qué utilizar bolsas de plástico para arrojar al tarro. Si hay algo que tiene riesgo de hacerse líquido, solo procura lavarlo antes de arrojarlo al contenedor. En cuanto a los temidos restos de comida, el siguiente punto es la mejor idea para manejarlo.

3. Crea un jardín con compost

Procura tener dos contenedores para alimentos. Uno que contenga cualquier comida que pueda ser utilizada como compost y todo el resto que no lo sea puede ser arrojado en el tarro de basura alternativo. El compost o la composta es un producto que se hace a partir de diferentes materiales orgánicos y alimentos en descomposición. Estos son sometidos a un proceso biológico de oxidación controlado y se utiliza en la agricultura y jardinería como abono para el suelo. Es un excelente aditivo para tus plantas y existen infinitos alimentos que pueden ser transformados en compost. En cuanto a aquella comida que no sirve para el jardín, existen alternativas a la bolsa de plástico.

4. En lo posible, utiliza papel como bolsa para basura

Utiliza papel de diario o papeles reciclables para poner como base y alrededor de tu bote de basura. Esta es una táctica muy utilizada para dejar de poner las clásicas bolsas de supermercado en los basureros del baño o la habitación. Si vas a tirar basura orgánica, líquida o húmeda, lo mejor es poner un par de capas extras al fondo para que no se termine por romper el papel. No esperes a que se llene. Para cerrarlo, dobla todo el papel encima del cubo hacia el centro, dale la vuelta al basurero y debiera salir una pelota de basura. Con cuidado y cariño, arrójala al contenedor principal.

5. Reutiliza el plástico que necesariamente debiste comprar

Hay plásticos de los que aún no puedes deshacerte, como la gran bolsa de comida de tu perro o el paquete de papas fritas. Procura reutilizarlos como “bolsas” para botar aquellos elementos que podrían llegar a derramarse, y luego cuando estén más o menos llenos arrójalos al cubo de basura correspondiente.

6. Utiliza bolsas biodegradables con precaución

Existen polémicas actuales en torno a las bolsas biodegradables y su efectividad para descomponerse. Sin embargo, existen algunas opciones viables. Por ejemplo, si bien aún no están completamente en el mercado, las bolsas que se deshacen en agua, creada por chilenos, no están hechas con ningún aceite dañino y son comestibles. Se deben utilizar estas bolsas con precaución y obteniendo información previa sobre ellas.

Combinando todas estas opciones es posible que dejes de utilizar las bolsas de supermercado por completo. La idea es partir de a poco. Pronto podrás combinar estas seis ideas y contribuir considerablemente a la contaminación del planeta, que actualmente alcanza los 1.900 millones de toneladas y matan vegetación y fauna alrededor del planeta. Si utilizando apenas dos bolsas en el supermercado ahorramos más de mil millones de plástico en Chile, el alcance de reducir casi por completo la utilización de bolsas de plástico en general puede ser increíble a nivel mundial. CHH

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