Una investigación de la organización checa dTest encendió las alarmas sanitarias tras detectar bisfenol A (BPA) en chupetes de tres reconocidas marcas: Philips, Curaprox y Jirafa Sophie, todas con presencia en el mercado chileno.
El estudio analizó 19 chupetes y halló la sustancia en cuatro de ellos, incluso en modelos etiquetados como “libres de BPA”.
El BPA es un químico industrial utilizado en plásticos y resinas. Según Mayo Clinic, su exposición puede afectar el cerebro y la próstata de fetos, bebés y niños. Diversos estudios también lo han asociado con obesidad, cáncer y alteraciones hormonales.
El chupete con mayor nivel fue el Curaprox Baby Grow with Love, que contenía 19 microgramos por kilogramo, superando el límite de 10 µg/kg establecido por la Unión Europea (UE).
Otros productos presentaron niveles menores: el Jirafa Sophie de caucho natural, con 3 µg/kg, y el Philips Avent Ultra Air, con 2 µg/kg. Un chupete fabricado por Foshan City Saidah —vendido en la plataforma Temu— registró la misma cantidad.
Consultadas por The Guardian, las marcas dieron versiones distintas. Curaden, fabricante de Curaprox, confirmó el hallazgo y retiró los lotes afectados; Philips afirmó no haber encontrado BPA, mientras que Jirafa Sophie consideró los niveles “insignificantes” y señaló que ya no produce chupetes.
Los resultados preocupan a expertos europeos, dado que el uso de BPA está prohibido en envases y biberones para bebés, lo que evidencia vacíos en la regulación vigente.
