Para muchas mujeres, la maternidad es una de las experiencias más importantes de sus vidas y es por eso que cada año este día cobra un significado especial. En Chicureo Hoy conversamos con cuatro mujeres, quienes nos relataron cuál fue el día de la Madre más especial que han vivido hasta hoy.
Paulina Pizarro, dueña de La Guinda de la Torta:
Cada mujer vive la experiencia de ser mamá de forma diferente. En mi caso, estaba embarazada de tres meses cuando celebré mi primer Día de la Madre. Algunos me felicitaron y recibí algunos regalitos, pero lo mejor era que yo ya me sentía mamá. Mi hijo hizo aflorar en mí un sinfín de emociones, una alegría inmensa. Cuando estaba en mi guatita, no podía dejar de preguntarme cómo sería, su carita, qué personalidad tendría.
Cuando lo tuve en mis brazos todo fue diferente, el sentimiento era real: era «mi hijo». Ese año el día de la madre fue especial. Lo celebramos en la sala cuna, en donde hicieron pequeño acto en el que los bebés bailaban y hacían su show. Luego él me dio un pequeño regalo envuelto en papel volantín, era un porta llaves pintado por él, con sus manitos pequeñitas. Cuando lo abrí lloré de la emoción: era su primer regalito hecho por él.”
Siempre había celebrado el día de la madre como hija o nieta, pero ahora era distinto. Yo era la homenajeada por un pequeño príncipe que me dice mamá, y que cada vez que lo hace me hace sentir viva.
Paulina Pizarro y su hijo. Foto personal.
Trinidad Ried, fundadora Colegio Santa Cruz Chicureo
Lejos lo más lindo que me han regalado mis seis hijos en cada Día de la Madre son cartas. Recuerdo y atesoro cada mensaje acorde a la edad de cada uno como un testimonio precioso del vínculo que nos une con tanta confianza, cariño y complicidad.
Cada uno según su estilo, siempre me logra conmover profundamente porque me hacen sentir muy orgullosa de ellos, de su originalidad y de su sello tan alegre y trascendente. Muchos de ellos son muy artistas y han ido complementando sus cartas con dibujos, con monitos de plastilina, con tallados en arcilla o madera, o con platos ricos de comida, que me han roto el corazón ya que siempre han logrado plasmar algo muy significativo que nos une y nos unirá por siempre.
Soy la mamá más feliz por tener a mi tribu ruidosa y maravillosa que me llena la vida y me hace sentir inmensamente bendecida cada día del año.
Trinidad Ried e hijos. Foto archivo personal.
Silva Hasbún, directora Academia Luis Jara:
El año pasado mis tres hijos se levantaron más temprano que yo, para despertarme llevándome el desayuno a la cama. Uno de ellos llegó con la bandeja, otro con unas flores y el pequeño con un globo de corazón. Me prepararon cocadas, jugo de naranja y café con leche. Los tres se metieron a la cama a regalonear.
Cuando estábamos comiendo en la cama y regaloneando, empezamos a recordar los momentos que más los marcaron conmigo. Cada uno a su manera y de acuerdo a sus edades me agradecieron por ser su mamá.
Lo más valioso para los grandes es haber vivido con el hermano chico lo que hace una mamá por sus hijos y ellos no poder creer la dedicación y postergación que entrega una mamá por sus hijos.
Silvana Hasbún e hijos. Foto archivo personal.
Graciela Ortúzar, alcaldesa de Lampa:
«Uno de mis mejores recuerdos del Día de la Madre sin duda fue en mayo del 2014, cuando me saludaron mis hijos Camilo y Natalia, junto a mi nieta Lis, que con tan sólo 3 meses de edad, ilumina nuestro hogar con su alegría y energía. Emocionada de compartir en familia con los seres que más amo, disfrutando la trascendencia de la vida con mi madre, Alejandro, mis hijos y mi nieta».
Graciela Ortúzar junto a sus hijos, nieta y marido. Foto archivo personal.
