MUJER

Un tema que sigue siendo tabú: ¿Qué es la ambivalencia materna?

Estos sentimientos encontrados tras convertirse en madre son normales, saludables y no son sinónimo de ser mala mamá.

La ambivalencia materna consiste en los pensamientos y conductas favorables y desfavorables, también contradictorias, respecto a la maternidad que puede experimentar una mujer.

Existen expectativas claras respecto a cómo debe ser una madre, de hecho, basta con preguntarse cuáles son los primeros conceptos que se nos vienen a la mente cuando pensamos en mamá: probablemente sean amor, paciencia, compresión y responsabilidad.

Sin embargo, hay obstáculos que surgen en el camino de algunas madres que comienzan a experimentar sentimientos que no les permiten acercarse a esa realidad, por más que lo intenten y lo quieran.

Según BBC Mundo, la ambivalencia es definida como sentir emociones complejas, a menudo contradictorias, en torno a la maternidad. Pese a esto, la ambivalencia no tiene que ver con la falta de amor por un hijo.

Asimismo, explican que las madres que se identifican con la ambivalencia tienen claro que harían lo que sea por sus hijos y, para muchas, es eso mismo lo que causa una sensación de desafío en el rol de ser mamá.

Estas madres también pueden experimentar ira, resentimiento, apatía, aburrimiento, ansiedad, culpa, pena o incluso odio, emociones que generalmente no se asocian con la maternidad ni con la idea de ser una “buena” madre.

Toda esta situación, explica la BBC Mundo, sumado a los estándares irreales de ser mamá, permite que sea aceptable decir que la crianza es compleja, pero no da el espacio e incluso es mal visto afirmar que no se disfruta de desarrollar este rol.

¿Depresión?

La ambivalencia puede confundirse, o también coexistir, con la depresión o la ansiedad posparto y, de no ser expresada, puede empeorar la salud mental, sin embargo, la ambivalencia materna es normal y saludable.

«Casi todas (las madres) con las que hablo que se sienten lo suficientemente seguras como para compartir su verdadera experiencia, tienen sentimientos encontrados sobre su papel«, explicó a la BBC Mundo Kate Borsato, terapeuta en Columbia Británica, quien se enfoca en la salud mental materna.

«Y esto tiene sentido para mí. Sus vidas han cambiado mucho. Su sentido de confianza en sí mismas, la forma en que pasan su tiempo, lo que piensan, cada cosa es diferente», complementa.

Por lo que, experimentar estos sentimientos condradictorios en la crianza no es un sinónimo de ser mala madre, ni significa no amar a los hijos, sino que es algo esperable en el desarrollo del rol materno. CHH 

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