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Así es la discusión de dos directores de Hollywood sobre el fenómeno de Netflix

Alfonso Cuarón cree que la opinión sesgada y purista de Nolan sobre Netflix es “una miopía total”

El conocido director de las películas de Batman, Cristopher Nolan, acaparó los titulares mundiales el mes pasado cuando criticó duramente la plataforma de Netflix.

“No creo que aporte nada [Netflix], no es más que una moda, es una tormenta en una taza de té” dijo el cineasta, asegurando que jamás haría una película para una plataforma de streaming como Netflix, “Lo que ha definido siempre una película es que se vea en un cine. Ni más ni menos. Así que el hecho de que Netflix esté haciendo películas para televisión y que compitan en los Oscar o en Festival de Cannes sólo significa que utiliza el cine como un arma de promoción”, concluyó.

“Claro… y los negros se hicieron para trabajar en los cultivos de algodón”, fue lo que respondió irónicamente Cuarón cuando una estudiante le preguntó sobre Nolan durante una conferencia de la Universidad Panamericana de Ciudad de México. El ganador del Oscar por su película Gravity defendió las innovaciones del séptimo arte y calificó la opinión de Nolan como “una miopía total”.

“A mi manera de ver es un concepto muy reaccionario. Es como decir que el cine tiene que ser mudo y en blanco y negro. El cine y la fotografía se han desarrollado de la mano de la tecnología y yo defiendo que los creadores puedan usar todos los formatos existentes”.

Cuarón, además, tachó de egoísta el no querer emplear las plataformas de las nuevas generaciones, asegurando que la expresión humana no se debería limitar: “…es tratar de vivir a completo destiempo, el cine es una expresión creativa que se ha desarrollado. ¿O acaso los pintores tienen que regresar a las cavernas a pintar? Eso me parece una miopía total”.

Cuarón critica al director por negarse a incursionar en los formatos con nueva tecnología, pero Nolan no ha sido el único purista del cine. En su minuto, Charles Chaplin se negaba a dejar atrás al cine mudo; corría 1936 y aun no había hecho ninguna película sonora, asegurando que le quitaba universalidad al cine. Quentin Tarantino también amenazó con retirarse del rubro por detestar la prevalencia de cámaras digitales por sobre la cinta de 35 milímetros.

 

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