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La selección chilena, pese a batallar y ser superior a Alemania, cayó por la cuenta mínima y debió conformarse con la medalla de plata en la Copa Confederaciones.
En los primeros 15 minutos, el conjunto nacional tuvo un juego excelente, presionando en campo rival y ahogando a los europeos, quienes se sintieron muy incómodos al momento de tener la pelota.
Sin embargo, contra rivales de jerarquía no te puedes equivocar. Y eso fue exactamente lo que ocurrió con Marcelo Díaz. El volante se confió en una salida fácil y provocó un mano a mano ante Claudio Bravo, que Lars Stindl aprovechó para celebrar a los 20′.
Tras esto, Chile bajó el ritmo y eso favoreció al campeón del mundo, quien obligó al capitán chileno a un par de muy buenas intervenciones para mantener la desventaja en un sólo gol.
El director técnico de la Roja, Juan Antonio Pizzi pateó el tablero con el ingreso de Leonardo Valencia por Díaz, pero la figura de Palestino no gravitó como en ocasiones anteriores. La escuadra alemana comandada por Joachim Low se replegó y buscó de contra, aguantando gracias a una sólida defensa y las atajadas de Marc-André Ter Stegen.
Con más ganas que fútbol la Roja se fue al frente y tuvo un par de opciones claras para igualar, pero el balón no quiso entrar. La jugada de mayor riesgo fue la de Ángelo Sagal, quien elevó con todo el arco a su disposición.
De este modo, los dirigidos por «Macanudo» no pudieron sumar su tercera corona consecutiva, y ahora se enfocarán en buscar la clasificación al Mundial del 2018.