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Día Mundial Sin Tabaco: Organización Mundial de la Salud llama a implementar el empaquetado neutro

Según la encuesta Adimark el 36% de los chilenos son fumadores.

Cada 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto a sus asociados, celebran el día mundial sin tabaco con el objetivo de formar conciencia en la población sobre los riesgos del tabaquismo y reducir su consumo.

Este es un tema que preocupa a Chile, ya que nuestro país registra alarmantes niveles de consumo, situándolo en la cima del ranking de América Latina, sobre todo dentro de la población mayor de 15 años. Según la encuesta Adimark, los fumadores alcanzan en promedio el 36% de la población chilena.

En este marco, la OMS hizo un llamado a todos los países y lanzó la campaña “Prepárate para el empaquetado neutro”, una medida que tiene como fin restringir o prohibir el uso de logotipos, colores, imágenes de marca o información promocional en los envases de cigarros. Lo único que se permitirá será el nombre de la marca y del producto, los cuales se presentarán con un color y tipo de fuente estandarizados. Esta norma ya fue implementada en Australia en diciembre de 2012.

Según la coordinadora del Programa de Salud Pública de la Universidad Central y médico salubrista, doctora Nelly Baeza, este empaquetado neutro podría disminuir hasta cinco veces el riesgo de fumar. “El empaquetado neutro es una estrategia que oculta la marca del cigarrillo para desincentivar a los fumadores por estatus o como modelaje. Nuestro país está cerca de llegar a este tipo de cajetillas, ya que hoy la publicidad es mínima y se tiene la advertencia sanitaria de lo perjudicial que es para la salud en una superficie importante. Sin embargo, ha aumentado el uso de portacigarrillos para no ver estas advertencias”, señala.

Actualmente esta medida, que tiene como fin reformar la ley del tabaco, se encuentra en segundo trámite en la Cámara de Diputados.

Esta iniciativa se suma a nuevas advertencias para las cajetillas de cigarrillos dirigidas a dos grupos específicos: embarazadas y adolescentes, las cuales comenzaron a regir la semana pasada.

Sin embargo, lo más efectivo es prevenir el consumo del tabaco, sobre todo en los adolescentes. Según el docente de la Escuela de Psicología y coordinador del Magíster de Psicología Clínica Humanista Transpersonal de la Universidad del Pacífico, Juan Carlos Saumont, esta es la etapa más “sensible”. Este grupo tiende a empezar con el vicio para ser aceptados entre sus pares.

Saumont comenta que esta motivación, de carácter social, también se puede ver cuando en la adultez las personas recurren al cigarrillo al momento de socializar y compartir, lo cual se conecta con otro factor que es el de la relajación o vía de escape. “El cigarrillo y los contextos en los cuales se fuma, la mayoría sociales, se los empieza a significar como una válvula de escape a los estresores y angustias de nuestro mundo cotidiano, algo que la industria tabacalera ha logrado instalar publicitariamente muy bien, a pesar de los enormes daños a la salud que trae el fumar”, indica.

El apoyo y reforzamiento por parte de los padres y adultos en el hábito de no fumar de los niños y jóvenes es fundamental. Y en esto tiene especial peso el trabajo que se haga en reforzar el proceso de construcción de la identidad del adolescente.

En el caso de que los jóvenes que ya hayan caído en el consumo de tabaco, el docente de la Universidad del Pacífico indica que la clave es intentar reflexionar junto a ellos sobre qué los motiva a fumar para que tomen conciencia de esta costumbre dañina y sean capaces, además, de adquirir otros hábitos más saludables.

Muchas veces estos casos no sólo llegan a convertirse en malos hábitos, sino que además pasan a ser problemas con carácter adictivo. “Hablamos de adicción al tabaco cuando una persona requiere de una manera absoluta del cigarro para funcionar en su día a día y si la cantidad de tabaco que consume es muy alta. En estos términos, el cigarrillo adquiere un rol muy imperativo en la vida del sujeto para poder ‘relajarlo’ o que este pueda ‘desconectarse’ o ‘socializar’. La persona no es capaz de buscar otras maneras de desarrollar esas actividades”, afirma el especialista.

En este contexto, la solución pasa por incluir terapias para combatir la adicción, que permiten la toma de conciencia de aquellas ideas que están a la base de estas conductas adictivas y que se perpetuán como verdaderos círculos viciosos.

Para muchos, estos procesos terapéuticos implican la autoexploración hacia niveles que implican angustia, ansiedad y miedos. En este sentido, el psicólogo comenta que un buen aliado es el uso de terapias complementarias, como por ejemplo terapias florales, ya que pueden dinamizar ciertos procesos psicoterapéuticos. CH H

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